Deuteronomio es un asunto del corazón. La obediencia a los mandatos del Señor es un asunto del corazón, un asunto de afectos. Obviamente el libro de Deuteronomio no solamente acerca del corazón, pero el corazón ocupa un lugar importante en toda la narrativa del libro. En la literatura bíblica el corazón se entiende como la sede principal de las emociones, sentimientos, esperanzas, temores y de la actividad intelectual del ser humano. Según la Biblia entonces el corazón es más que la figura de color rojo intenso que circula frenéticamente a propósito de San Valentín.

Revisemos los textos bíblicos que hablan del corazón en el libro de Deuteronomio.

“Dios había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, para hacerlo súbdito nuestro…” (Dt 2:30[1], refiriéndose al rey Sijón de Hesbón)

“¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos” (Dt 4:9, Moisés animando al pueblo a la obediencia)

“Pero si desde allí buscas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás” (Dt 4:29, Moisés afirmando que uno debe y puede arrepentirse de los malos caminos y regresar al SEÑOR)

“¡Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien!” (Dt 5:29, el SEÑOR valorando el temor del pueblo por él)

“Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando” (Dt 6:5-6, Moisés comunicando el gran mandamiento)

“Recuerda que durante cuarenta años el SEÑOR tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos…Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el SEÑOR tu Dios te disciplina a ti” (Dt 8:2,5, Moisés recordando al pueblo la disciplina de Dios)

“Y ahora, Israel, ¿qué te pide el SEÑOR tu Dios? Simplemente que le temas y andes en sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien…Por eso, despójate de lo pagano que hay en tu corazón, y ya no seas terco” (Dt 10:12-13, 16, Moisés animando al pueblo a la obediencia y a abandonar lo malo)

“Si ustedes obedecen fielmente los mandamientos que hoy les doy, y si aman al SEÑOR su Dios y le sirven con todo el corazón  y con toda el alma, entonces él enviará la lluvia oportuna sobre su tierra, en otoño y primavera, par que obtengan el trigo, el vino y el aceite…Grábense estas palabras en el corazón y en la mente; átenlas en sus manos como un signo, y llévenlas en su frente como una marca” (Dt 11:13-14, 18, Moisés animando a la obediencia a través de una promesa de cuidado del SEÑOR y a llevar los mandamientos en el interior y en el exterior de su ser)

“…no prestes atención a las palabras de ese profeta o visionario. El SEÑOR tu Dios te estará probando para saber si lo amas con todo el corazón y con toda el alma” (Dt 13:3, Moisés aconsejando no escuchar a falsos profetas que inducen a la desobediencia)

“El rey no tomará para sí muchas mujeres, no sea que se extravíe su corazón, ni tampoco acumulará enormes cantidades de oro y plata” (Dt 17:17, Moisés perfila la conducta requerida del rey, quien ha de evitar que su corazón se pierda leyendo la ley todos los días y evitando tomar muchas mujeres, acumular riquezas y caballos)

“Asegúrense de que ningún hombre ni mujer, ni clan ni tribu entre ustedes, aparte hoy su corazón del SEÑOR nuestro Dios para ir a adorar a los dioses de estas naciones. Tengan cuidado de que ninguno de ustedes sea como una raíz venenosa y amarga” (Dt 29:18, Moisés anima al pueblo, como individuos y colectivo, a seguir al SEÑOR)

“Cuando recibas todas estas bendiciones o sufras estas maldiciones de las que te he hablado, y las recuerdes en cualquier nación por donde el SEÑOR te haya dispersado; y cuando tú y tus hijos se vuelvan al SEÑOR tu Dios y le obedezcan de todo corazón y con toda el alma, tal como hoy te lo ordeno, entonces el SEÑOR tu Dios restaurará tu buena fortuna y se compadecerá de ti…El SEÑOR tu Dios quitará lo pagano que haya en tu corazón y el de tus descendientes para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida…El SEÑOR se complacerá de nuevo en tu bienestar…siempre y cuando…te vuelvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma” (Dt 30:1-3, 6, 9-10)

“¡No! La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas…Pero si tu corazón se rebela y no obedeces…te advierto hoy que serás destruido sin remedio” (Dt 30:14, 17-18)

Deuteronomio es un asunto del corazón porque el caminar con Dios es un asunto de amarlo con todo el corazón. Es decir, amarlo con todo lo que somos. Por eso es que las prácticas asociadas a amar al SEÑOR con todo el corazón en los versículos que hemos revisado tienen que ver con abandono de la idolatría, purificar la vida de la maldad y arrepentirse, examinar el corazón, grabar la Palabra en todo el ser, transmisión de la fe a la siguiente generación, manejo de bienes, relaciones interpersonales, relaciones sentimentales, ejercicio del liderazgo, bienestar de la vida individual y comunitaria.

Deuteronomio es un asunto del corazón porque el caminar con Dios es un asunto de amarlo con todo el corazón.

El SEÑOR demanda gobernar sobre la totalidad de nuestro corazón. Que vemos va más allá de tener sentimientos bonitos por Dios. Es un asunto de una obediencia desde la totalidad de la vida.  Si lo hacemos así, esto se verá en vida plena y abundante para nuestras vidas y de nuestras comunidades. Por cierto, ¡Feliz día del amor y la amistad! Que amemos y seamos amigos al estilo de Deuteronomio.


[1] Todos los versículos son tomados de la Nueva Versión Internacional.