¿Es posible vivir sin impedimento y sin temor alguno en medio de circunstancias difíciles? Nuestro recorrido por el libro de Hechos inició con su primera parte en el Evangelio de Lucas, ambos escritos por él mismo. Quisiera resaltar tres elementos presentes en Lucas y Hechos que caracterizan nuestra forma de hacer misión y nos invitan a reflexionar en esta época navideña.
Es interesante que Lucas inicia su relato haciendo énfasis en la importancia de comunicar y enseñar la verdad sobre Jesús. Lucas 1:1-4 dice:
“Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros, 2 tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. 3 Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, 4 para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron”.
Continúa su narrativa al contar sobre la vida de dos mujeres entrelazadas por la llegada del Salvador de la humanidad en forma de un bebé. Las visitas sorpresivas de los ángeles anuncian la llegada del Mesías, Emanuel: Dios con nosotros.
Es llamativo como Jesús cita las palabras de Isaías, descrito en Lucas 4:16-21, al presentarse en el templo afirmando su misión diciendo:
“El Espíritu del Señor está sobre mí,
por cuanto me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres.
Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos
y dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos,
a pregonar el año del favor del Señor”.
Su misión está enraizada en el Antiguo Testamento y el llamado al pueblo de Israel de ser luz a las naciones. A lo largo del Evangelio de Lucas, observamos que las Buenas Nuevas son para todos, especialmente para los marginados, los enfermos, los pobres y las mujeres.
En Navidad celebramos al Dios con nosotros, en la persona de Jesús, la esperanza de nuestra humanidad. A continuación, en el relato de Hechos también observamos estos mismos énfasis de Lucas.
Al final de Hechos, en el capítulo 28:23-32, observamos que Lucas describe como Pablo hace el mismo esfuerzo de comunicar y convencer sus oyentes de la verdad. En el versículo 23 dice:
“Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos respecto a Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de los profetas”.
Lucas cierra Hechos resaltando las acciones de Pablo de: testificar, enseñar y convencer sus oyentes acerca del Reino de Dios y sobre Jesús. En la misma sección del capítulo 28, los versículos 24-27, se hace eco de las palabras de Isaías al pueblo de Israel:
“no pudieron ponerse de acuerdo entre sí, y comenzaron a irse cuando Pablo añadió esta última declaración: Con razón el Espíritu Santo les habló a sus antepasados por medio del profeta Isaías diciendo:
»“Ve a este pueblo y dile:
‘Por mucho que oigan, no entenderán;
por mucho que vean, no percibirán’.
Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible;
se les han embotado los oídos,
y se les han cerrado los ojos.
De lo contrario, verían con los ojos,
oirían con los oídos,
entenderían con el corazón
y se convertirían, y yo los sanaría”.
Hasta el final, Lucas nos acuerda que el Evangelio es para todos. En el verso 28:28 dice: “Por tanto, quiero que sepan que esta salvación de Dios se ha enviado a los gentiles, y ellos sí escucharán”.
Lucas inicia su narrativa en el Evangelio de Lucas con el anuncio de la llegada del Mesías, Emanuel, Dios con nosotros, y termina con Hechos 28:31 diciendo: “…predicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo sin impedimento y sin temor alguno”. En este momento sabemos que Pablo estaba bajo arresto domiciliario y por ende tenía restricciones, pero Lucas enfatiza que seguía predicando sin impedimento y sin temor alguno.
¿Es posible vivir sin impedimento y sin temor alguno en medio de circunstancias difíciles? Sí. Por causa de la pandemia, hemos vivido con limitaciones durante el 2021 y ha sido muy difícil para todos. Mi oración es que al igual que Pablo, a pesar de ciertas limitaciones, podamos seguir compartiendo de Jesús sin impedimento y sin temor alguno. Que nuestra misión sea testificar y transmitir la verdad sobre el Reino de Dios y de Jesús.
En Navidad celebramos la llegada de Jesús, su presencia en la encarnación. Hoy en día seguimos experimentando su presencia por medio de su Espíritu Santo, quien nos consuela en medio del dolor y nos impulsa a compartir las Buenas Nuevas sin impedimento y sin temor alguno. Les deseo una Feliz Navidad y que disfrutemos de la presencia de Emanuel, Dios con nosotros en el 2022.
Ruth Hicks
Ruth es de Nueva Zelanda y vive en Ecuador 18 años. Está casada con Josué y tiene dos hijas. Sus estudios son en Fisiología y Nutrición, Desarrollo Comunitario y Teología. Ha trabajado con universitarios por 20 años, y actualmente sirve como Directora Nacional de la CECE.