Vivimos en un mundo convulsionado, inquieto, caótico. Y la Universidad es una expresión más de ello. Los estudiantes de todo el mundo se enfrentan a conflictos internos: como desafíos de salud mental, temor, agotamiento, presión académica; y a crisis externas: incertidumbre económica, inseguridad, injusticia, y muchos más. 

La Universidad ha dejado de ser un lugar de paz y quietud. ¿A dónde iremos por refugio? ¿Dónde encontramos la paz? ¿Hallaremos algo de quietud?  

Este Día Mundial del Estudiante, nos unimos al clamor de toda la familia IFES, meditando en el Salmo 46: 

“Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza,
    nuestra segura ayuda en momentos de angustia.
Por eso, no temeremos
    aunque se desmorone la tierra
    y las montañas se hundan en el fondo del mar;
aunque rujan y se encrespen sus aguas,
    y ante su furia retiemblen los montes” (vv.1-3). 

Como familia global, en cada rincón, “…necesitamos quietud – apartar el ruido, detenernos un momento – y confiar de nuevo en Dios como nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestro perpetuo socorro”.   

Este 18 de octubre de 2024, nos uniremos para orar por quietud y una confianza renovada en Dios. Juntos vamos a orar para que los estudiantes de todo el mundo encuentren refugio en Cristo para que Dios sea exaltado entre las naciones, enaltecido en toda la tierra.  

Además, en este día, te invitamos a explorar los movimientos de IFES alrededor del mundo, conocer más del propósito de pertenecer a una familia global, entérate de algunas historias del ministerio estudiantil de IFES, ¿cuáles son sus alegrías y qué necesidades están enfrentando? 

Te invitamos a participar en diferentes espacios:  

  • Con tu Grupo Universitario, reúnete para compartir, orar y conocer más de otros movimientos de IFES. Revisa aquí lo recursos compartidos en las redes sociales de la CECE que puedes usar. ¡Te animamos a ser creativo! 

Tenemos la firme convicción de que la Universidad también es un Santuario en el que es posible: 

«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
    ¡Seré exaltado entre las naciones!
    ¡Seré enaltecido en la tierra!» (Salmo 46:10)