El acto de crear tiene profundas connotaciones en la fe, es beneficioso no solo para quien lo ejecuta, sino para la comunidad de la que es parte, y siempre será una muestra de la gloria de Dios.
En semanas anteriores fuimos bendecidos por los aportes de Joss Herrera y Glenda Medina, quienes contaron sus experiencias en intervenciones artísticas y en diseño.
Hoy quisiera compartirles algunas de las reflexiones que están iluminando mi propio acercamiento al arte y mi quehacer como estudiante de arquitectura.
- La sabiduría de Dios
Es una de esas cualidades con las que Dios se muestra muy generoso en las Escrituras (Santiago 1:5) es algo que insistentemente quiere hacer nuestro.
En Proverbios por ejemplo, la encontramos personificada como una mujer, manifestando todos sus dones en la creación de Dios.
Esa cualidad que a veces parece tan abstracta, como un tema encerrado en el alma (Proverbios 1:7), es sin embargo, entregada a los hombres para ser materializada, por ejemplo, en sus decisiones practicas del día a día y Dios escogió el arte, para hacerlo más evidente.
“El Señor llenó a Bezalel del Espíritu de Dios, y le dio gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de artes manuales y oficios. Él es un maestro artesano, experto en trabajar el oro, la plata y el bronce. Es hábil en grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico!” – Éxodo 35
(Para más información, se puede revisar el uso de la palabra “hak-mah”, hebreo para esta descripción de sabiduría en la Biblia, strong 2451).
- La creación “habla” de su creador
Cuando la reina de Saba se dio cuenta de lo sabio que era Salomón y vio el palacio que él había construido, quedó atónita… exclamó: «¡Todo lo que oí en mi país acerca de tus logros y de tu sabiduría es cierto! Yo no creía lo que se dijo hasta que llegué aquí y lo vi con mis propios ojos. De hecho, ¡lo que había oído no refleja ni la mitad!.. Alabado sea el Señor tu Dios, quien se deleita en ti y te ha puesto en el trono de Israel. Debido al amor eterno del Señor por Israel, él te ha hecho rey para que puedas gobernar con justicia y rectitud». 1 Reyes 10
La reina de Saba fue reconocida por Jesús, al recordar este episodio de la historia (Mateo 12:42), y es interesante notar que la sabiduría en Salomón, no solo se manifestó en sus palabras, sino también en su administración, y en sus obras “mudas”.
Como reflejo de la sabiduría de Dios, que se grita sin voz, a lo largo de la creación.
“Hablan sin sonidos
ni palabras;
su voz jamás se oye.
Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra
y sus palabras, por todo el mundo.” Salmo 19
“Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.” Romanos 1
Me gustaría recordar en este punto, la presencia inspirada de dos libros de la Biblia, a través de los cuales Dios nos ha enseñado mucho acerca de su propio carácter, aunque a Él no se lo menciona en ellos, ni una sola vez: Cantar de los Cantares, y Ester.
Esto debe hacer eco en nuestra concepción de cómo el arte puede dar gloria a Dios.
¿Debemos acaso llenarlo todo de versículos?
¿Necesitamos recrear escenas bíblicas o hartarlo de cruces para considerar que estamos siendo fieles a nuestra fe?
Podemos aprender algo de la creatividad del Señor, que manifiesta su bondad y su ingenio a través de la belleza, sin necesidad de proselitismos religiosos.
- El creador, se deleita en su creación
Ni ascetas, ni hedonistas, el deleite debe formar parte de nuestras vidas sin las connotaciones pecaminosas con las que solemos cargarlo.
Hacer algo por placer, no es malo ¿no es así?
Podemos crear, porque lo disfrutamos, así como podemos glorificar a Dios, con el simple hecho de disfrutar lo creado, por Él, y por otros.
Si tienes el placer de conocer a Dios, no importa cuánto disfrutes de algo legítimo, todo bien palidece cuando lo observamos a Él (Salmos 4), y todo bien nos recuerda que Él es aún más disfrutable.
Podríamos decir que no disfrutas nada verdaderamente, hasta que disfrutas a Dios, hasta que Él te libera de la idolatría o la esclavitud al placer o al entretenimiento.
“Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan.” – Eclesiastés 11
Más allá de sernos permitido, al deleitarnos estamos también dando gloria a Dios, porque lo estamos imitando (Efesios 5:1).
“¡El Señor se deleita en todo lo que ha creado!” – Salmos 104:31
Hermano, hermana, si Dios a esto te ha llamado ¡por Dios! Dedícate a hacer obras de calidad, a mejorar en técnica, sensibilidad y conocimiento, a fin de que puedas deleitarte en lo que has creado, y que otros encuentren disfrutables también tu obra.
Tu “genio” creador, es otra de las cosas en las que Dios se deleita, porque Él lo ha creado. ¡Cultívalo con libertad! ¡Deléitate!
- El arte nos recuerda, nuestra redención
Dios no solo se deleita en su primera creación, que tras “la caída” (Génesis 3) ha sido contaminada por el pecado con muerte y mal. Si no que Dios se deleita aún más en su nueva creación, esa regeneración que Él ha querido manifestar en la obra de salvación y reconciliación que tenemos en Cristo, esa nueva creación de la que tú y yo somos las primeras muestras.
“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.” – Efesios 2:10
“La obra maestra” es el griego “poiéma”, de la que también tenemos nuestra palabra “poesía”, misma con la que los griegos describían a la “poiesis”, el gran acto de crear, una obra de arte que requiere las manos comprometidas de un artesano.
- La gracia de Dios también se expresa en el arte
Jesús, es un creador experto, y cuando estuvo en esta tierra nos enseñó con múltiples ejemplos, que se puede encontrar la gracia que Él ha manifestado, aún a través de quienes no lo conocen (Mateo 7:11, Mateo 5:45) y apuntar con ello hacia su gloria.
Creo que esto es mucho de nuestro deber como cristianos, frente al arte y la cultura, más allá de enfocarnos en atacar el paganismo, debemos encontrar la gracia y la verdad de Dios manifestada en esas obras, y apuntar con eso a la gloria de Dios, que ha dejado sus vestigios en toda creación.
Para finalizar, citaré el ejemplo del apóstol Pablo, que movido por el Espíritu Santo, tomó fragmentos del arte pagano. Por su gracia se convirtieron en Palabra de Dios.
- Hechos 17:22-34 citas a la “Crítica de Epiménides” y a la “Phaenomena de Arato”.
- 1 Corintios 15:33 cita a la “Comedia de Menandro, Thais”
- Tito 1:12 y 13 cita a la “Paradoja de Epiménides”
Por Isabela Pineda
Estudiante de sexto semestre de Arquitectura en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador. Es una de las líderes estudiantiles de la CECE Quito y sirvió por un año en la Coordinación Nacional de Estudiantes.