Es increíble pensar que ha pasado casi un año desde nuestro último evento presencial, el Campamento Nacional 2020. Muchísimas cosas han pasado desde entonces y hemos visto la mano de Dios transformando nuestra comunidad y las vidas de cada estudiante.
Disfrutamos mucho esos días de playa, juegos, música, exposiciones, y de juntos preguntarnos ¿qué eliges?. Recuerdo claramente las conversaciones profundas y la invitación de Dios a recordar, escuchar, amar y elegir.
El Campamento Nacional de la CECE es el espacio de encuentro anual, para fortalecer las capacidades misioneras que el Señor ha puesto en los estudiantes universitarios. Este año, del 3 al 6 de marzo, vamos a sumergirnos en el libro de Hechos para ser “Entrelazados por el Espíritu, enviados a la misión”. Tendremos espacios de comunidad, enseñanza bíblica y talleres de mucho interés. El Campamento este año es único y especial. La virtualidad nos regala la presencia de expositores y talleristas de distintos lugares, y la oportunidad de que más personas de todo el país participen.
Hoy escuchamos testimonios de dos estudiantes que asistieron al Campamento y cómo eso los ha animado a elegir la vida, crecer y participar activamente con la misión en la Universidad.
Michael Ojedis
Este evento me permitió ver cómo Cristo opera a través de las distintas partes de su cuerpo, es decir, nosotros. Palpar de cerca 1 Corintios 12 en el Campamento impactó mi vida. No estaban representantes de una sola ciudad, sino de varios rincones de nuestra nación unidos para aprender, compartir, disfrutar de Dios y darle la gloria a Él de diversas formas.
Desde entonces empecé a preguntarme: “¿Qué estás haciendo por tu comunidad?”. Tal vez somos propensos a pensar “Ok, ya estoy en la CECE y eso es todo”, pero te das cuenta de que no queda ahí. Hay mucho por hacer en nuestra comunidad; quizá pensamos que todos estamos bien, pero existe alguien dentro del mismo cuerpo que no lo está. Hay quienes tienen peleas internas que día a día tratan de superarlos, pero no pueden solos, necesitan ayuda. Participar de una comunidad universitaria, me anima a preocuparme por quienes son parte de ella.
Los contenidos que se hablaron en el Campamento fueron muy importantes para mí y para hacer misión en la Universidad. Aprendí herramientas que se pueden usar para compartir el evangelio. Llevo más de un año siendo parte del grupo de Coordinadores Estudiantiles en mi ciudad. Y hace poco, fui escogido por mis compañeros como Coordinador General de CECE Guayaquil, algo que no pensaba llegar, sin embargo, los planes de Dios superan los nuestros.
Emy Garzón
Me enteré hace un año del Campamento Nacional antes de conocer a la CECE. Fui al Campamento sin conocer a nadie, lo cual, sinceramente me dio mucho miedo, pero tenía tantas ganas de ir que eso no me detuvo. Hace tiempo le había pedido a Dios que ponga amigos que compartan su amor en mi vida, y sí que cumplió su promesa. Conocí gente hermosa y aprendí lo que es estar en comunión con Él junto a personas tienen el mismo sentir de agradarle cada día.
Dios también me dio su amistad de una forma especial. En 2019 acepté a Cristo como mi Salvador, sin embargo, en el Campamento lo conocí verdaderamente. Entendí, a través de cada exposición, taller y conversación, que la mejor muestra de fe y amor a Dios es obedecerle.
Recuerdo que en el penúltimo día del Campamento fui a la playa al ocaso y empecé alabar a Dios con danza. Ese mismo día, en medio de una oración grupal, tomé la decisión de impactar al mundo con Cristo, con su Palabra, y un día ser misionera.
Al regresar a Quito empecé a asistir a un Grupo Universitario en el cual he ido creciendo espiritualmente. Me he acercado más a Dios y estoy decidida a cumplir su propósito.
Fue una aventura de película ¡Gracias a Dios, a la CECE y a mis amigos por esta preciosa experiencia!
Estamos tan agradecidos con Dios por estas y muchas más historias. Así que, ¡todos prepárense para el Campamento Nacional 2021!