En septiembre del 2020, la CECE recibió una invitación del Colectivo “Periodismo de Calle, Medios Alternativos”, a participar en un taller de Poesía y Literatura Latinoamericana, representada por un grupo de estudiantes involucrados en el Proyecto Artes de la CECE.

Quienes participamos en el taller deseamos compartir con ustedes los aprendizajes más significativos de esta experiencia en comunidad y los aportes que encontramos en nuestro ejercicio artístico y el diálogo con nuestra fe.

La oportunidad de compartir los poemas de autores conectados con nuestra historia, nos recordaron la experiencia de bienestar que tenían los primeros cristianos cuando “participaban del alimento con regocijo y sencillez de corazón” (Hch.2:46), y porqué pensamos que compartir la “riqueza” del arte, así como la “riqueza” del alimento, puede ayudar a que las comunidades cristianas “persistan juntas en la enseñanza, en la oración y en la unidad” (Hch.2:42).

Jackeline SalazarJackeline Salazar, estudia una licenciatura en Artes Visuales en la Universidad de las Artes, en la ciudad de Guayaquil, y comparte: “Desde mi perspectiva, el arte es una de las formas que existe para comunicarnos. Nos permite expresar ideas propias, políticas, culturales u otras de una manera no convencional. Considero que el arte nos permite identificarnos con la otredad, permite conectar con ideas en común o incluso comprender ideas lejanas. A través del arte las personas pueden sentirse familiarizadas con lo que existe en su interior y congeniar con los demás, y así estrechar lazos con una comunidad. También el arte puede convertirse en una manera de propagación de las Buenas Nuevas y mostrando a Jesús como autor de la salvación”.

Jenny JaramilloJenny Jaramillo, es parte de la escuela de Creación teatral en la Universidad de las Artes, en Guayaquil, y nos cuenta que: “el arte aporta a la construcción de comunidad, por medio del vínculo expresivo que todos necesitamos para identificarnos con los demás. La experiencia de escribir un soneto e interpretarlo reafirmó mi creencia en la expresión sincera como la oportunidad de no seguir callando, de denunciar lo que vives, lo que sientes y apoderarte de tu fe. Los escritores a quienes estudiamos, denunciaban los actos de corrupción o violencia por medio del arte escrito. Grandes autores de la Biblia hicieron lo mismo, confrontando no solo al hombre de ayer, sino también al hombre de hoy y del futuro”.

Isabela PinedaIsabela Pineda, estudia Arquitectura en la PUCE, en la ciudad de Quito y comenta: “Uno de los aprendizajes que más me impactó, fue el uso voluntario de la métrica literaria. La totalidad de autores que exploramos utilizaron y perfeccionaron este modelo de estructura como un elemento más de creación. Me inspiró la obra Rubén Darío, porque transita a lo largo de los años, no solo por distintas temáticas y enfoques, sino también por distintas estructuras, acogiéndolas, rechazándolas o transgrediéndolas. Sus obras fueron “testigos” de su proceso de crecimiento como artista. Con esto pensé en lo fluida que debería ser la relación que tienen los artistas cristianos, con quienes ellos son, no solo como individuos, sino como parte de una comunidad, de tal forma que sus obras, sin importar la temática que aborden, sean “testigos” también de sus procesos vitales”.

Francisco RobellyFrancisco Robelly, estudia Diseño en Universitat Carlemany y participa junto con el Grupo Universitario de la PUCE en Quito. Él comparte:

“Ahora en esta hora inocente yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada” – Alejandra Pizarnik, “Árbol de Diana” (1962)

“Alejandra fue la artista que más me impacto porque demostró la importancia de ser ella misma, y de buscar su salida y su camino para esto. En mi experiencia, el arte ayuda a que seamos más honestos cuando no podemos con algo; sirve para hablar con el alma. Con Dios también podemos ser reales, tan reales que no interesa si tu arte es tan bueno, importa más que seas honesto. El taller me conectó al punto de saber que la poesía es poesía, no es ni buena ni mala, que está para usarla, así como todo el arte”.

Josselyn AyuyJosselyn Ayuy, estudia la carrera de Comunicación en la UPS, en Quito, nos cuenta: “El taller de poesía coincidió con una serie de reflexiones personales que realizaba en ese momento, respecto a la reivindicación femenina. Por ello, me quedé profundamente enamorada de Sor Juana Inés la Cruz, por sus ansias de continuar capacitándose y escapar de su inminente realidad de ser esposa, que la llevaron a convertirse en monja, y cómo a partir de ese rol dio rienda suelta a sus ideas y a su capacidad de escribir. Ella se suma a la cadena de predecesoras que nos demuestran lo que implica ser mujer, en la sociedad, el arte y las letras. Con respecto a mi fe, participar en el taller fue la confirmación que el involucrarnos en la experiencia de crear, no nos destruye, sino que nos da otra forma de expresarnos, abrir caminos hacia los demás y hacia la construcción de un bienestar colectivo”.

Como CECE estamos agradecidos por la invitación a este espacio, consideramos que experiencias así son oportunidades para abrir diálogos con otras comunidades. Nos vamos desafiados a seguir descubriendo, dialogando y construyendo puentes entre la Fe y el Arte.