¿Cuáles son tus preocupaciones con la situación actual? ¿Cuál es tu petición a Dios? Son dos de las preguntas que estudiantes y profesionales de la CECE respondieron el día martes en un espacio de lamento y oración por motivo del paro nacional que está viviendo Ecuador en este tiempo. Les invito a leer las preocupaciones y peticiones en el gráfico. Escribo aquí algunas reflexiones que compartí ese día, que desde la fe nos permite orientar nuestros corazones y acciones en estos momentos complejos.
Primero, la invitación a escuchar con oídos y corazones atentos a los motivos y lamento genuino atrás de la protesta actual y, junto con eso, lamentar la injusticia, la inseguridad, el conflicto y la corrupción entre otros problemas de nuestro contexto. Como CECE estamos estudiando el libro de Job durante el 2022, con el lema preguntas honestas a Dios. Una de las enseñanzas que nos ha dejado Job es afirmar el lugar del lamento en la vida del discípulo. Job expresa su dolor y sus cuestionamientos a Dios con la confianza que Él escucha y está presente. Un ejemplo de eso se encuentra en Job 10:1.
“Si doy rienda suelta a mi queja
y a la amargura que llevo dentro, es porque estoy cansado de la vida”. – Job 10:1
Lamentar es dirigirse a Dios, describir la situación, reconocer y articular los sentimientos y pedir a Dios que intervenga y transforme la situación. Es necesario lamentar para poder habitar el dolor y entender qué es lo que ha sucedido. Lamentar es parte de palpar la realidad y traer a consciencia las distintas situaciones de dolor e injusticia. Esta práctica desafía la injusticia histórica y desigualdad estructural, el racismo, la explotación y el estatus quo. Lamentamos juntos la violencia, el dolor y pérdidas de vida en Ecuador durante la historia y en particular durante estos días de paro. El lamento es personal y comunitario, nos invita a seguir escuchándonos y llorar juntos. Del lamento nace la semilla de confianza que Dios traerá esperanza a la situación. En este link te invito a leer más sobre el lamento Lamento: Un grito en medio del dolor – CECE (somoslacece.com)
Segundo, somos llamados a orar e interceder por las autoridades, dirigentes nacionales y locales para que puedan tomar decisiones con sabiduría y justicia, decisiones que construyan y provean un bienestar integral para el país. El concepto judío–cristiano de shalom, es buscar el bienestar integral para los seres humanos y para toda la creación. Este shalom no se puede construir sin reconocer opresiones históricas e imbalances en el poder actual. Este shalom no se puede construir sin justicia, reconciliación, respuestas concretas a necesidades básicas y una atención en particular a los menos privilegiados de nuestra sociedad. El Salmo 82:3 de intercesión nos recuerda:
“Hagan justicia al pobre y al huérfano;
defiendan los derechos de los oprimidos y de los desposeídos.
Rescaten al pobre y al indefenso; líbrenlo”
Además, somos llamados a afirmar la dignidad humana, amar al prójimo, escuchar y tratar con respeto al otro, incluso a quienes piensan distinto a mí. Igual que el Ecuador, la comunidad de la CECE es diversa. Para algunos miembros de la CECE y sus familias su acción en estos días ha sido salir a protestar, para otros ha sido servir en un rol humanitario. No hay espacio para la violencia. También somos llamados a responder a las necesidades que observamos, ser solidarios con quienes están con necesidad en medio de la escasez e inseguridad alimenticia. La CECE ha estado pendiente de estudiantes de varios Grupos Universitarios asegurando que están con alimento y acompañamiento. Sigamos escuchando la experiencia del otro, buscando entender y construir puentes de diálogo.
Finalmente, cada uno somos llamados a trabajar y servir desde nuestro espacio profesional para contribuir a corto, mediano y largo plazo a construir ese shalom y bienestar integral para la sociedad en todo nivel. Cada uno siendo ciudadanos informados, proactivos, articulados con una perspectiva del Reino de Dios y trabajando hacía la reconciliación de toda la creación: creando leyes más justas que protejan a los más vulnerables, proponiendo mejoras en políticas de la salud y educación, una participación activa en la política con integridad, empresas que ofrezcan trabajo digno y que cuiden nuestra tierra, buscando soluciones reales a la falta de trabajo y a la inseguridad del país.
Escucha, Señor, mi oración;
llegue a ti mi clamor.
No escondas de mí tu rostro
cuando me encuentro angustiado.
Inclina a mí tu oído;
respóndeme pronto cuando te llame (Salmo 102:1-2)
Ruth Hicks
Ruth es de Nueva Zelanda y vive en Ecuador 18 años. Está casada con Josué y tiene dos hijas. Sus estudios son en Fisiología y Nutrición, Desarrollo Comunitario y Teología. Ha trabajado con universitarios por 20 años, y actualmente sirve como Directora Nacional de la CECE.