La carta de Romanos ha sido de los textos más leídos, interpretados y utilizados del Nuevo Testamento a lo largo de los siglos. Las palabras de Pablo calaron tanto en la angustia de Martín Lutero, quien descansó en la seguridad de la salvación por gracia y esto dio paso a la Reforma Protestante, también San Agustín llegó a conocer a Cristo leyendo el capítulo 13. Mucha de la teología cristiana es fruto de un estudio profundo de Romanos.
En este nuevo año, como comunidad vamos a explorar la carta de Pablo a los Romanos para que nos guie en nuestro ser y quehacer misionero. Hoy comparto algunos datos y preguntas introductorias:
¿Has leído alguna vez Romanos? ¿Qué has escuchado de esta carta? ¿Hay algunos términos que te resultan confusos? ¿Qué quería decir Pablo en realidad?
N.T. Wright menciona que la carta a los Romanos es uno de los escritos más profundos, no solo en términos de literatura religiosa, sino en cultura, intelecto y sobre todo sabiduría. Se trata acerca de Dios y del mundo y lo que significa ser verdaderamente humano.
Romanos es un tratado apostólico en el que se Pablo guía a la iglesia en Roma en cómo entender el poder del Evangelio, con todas las implicaciones de misión que esto lleva a través de la obediencia por la fe. Romanos nos muestra cómo se ve el Evangelio en iglesias que son multi-étnicas en medio de una cultura pagana, y cómo esta nueva manera de ser humanos se despliega en la vida real de estas comunidades.
Entre los temas importantes que aborda la carta tenemos: la justicia de Dios, el amor de Dios por los pecadores, la gracia que sobreabunda, la esperanza de gloria, la adopción, la justificación por fe, la vida en el Espíritu, la familia de la fe en la unidad de judíos y gentiles, las promesas de Dios cumplidas en Cristo y otros temas más.
Pablo escribió esta carta dirigida a la iglesia en Roma, en el año 57 o 58 d.C. Es importante señalar que él no fundó esta iglesia, ni siquiera la conoció, pero él tenía muchos colaboradores sirviendo en esa ciudad (lee Romanos 16). El anhelo de Pablo era visitar a la iglesia en Roma antes de su cuarto viaje misionero con destino a España.
Hay algunos posibles motivos para que el autor escribiera esta carta, que es bastante personal. Uno de ellos, es que estaba buscando levantar fondos para financiar su viaje a España (¡Él también buscó Socios de Misión!). Otro es el animar a los creyentes en Roma a reconciliarse entre sí, debido a las tensiones y problemas entre los “fuertes” (creyentes gentiles) con los “débiles” (creyentes judíos). Pablo necesita que esta comunidad esté fuerte y unida para seguir proclamando el Evangelio. Recuerda que Pablo escribe con un corazón pastoral, más que buscando una gran disertación teológica.
Ahora te preguntarás: ¿Qué tiene que ver esto conmigo? ¿Cómo va a responder esta carta a algunos de los temas complicados que hablamos en el aula? ¿Por qué tenemos que ser transformados? ¿En qué nos vamos a convertir? ¿Cómo este texto nos invita a ser fieles discípulos de Jesús en la Universidad hoy?
Es mi oración que puedas acercarte a este texto con una mirada fresca. A dejar atrás las ideas previas que ya conoces o has escuchado por mucho tiempo. También se vale no tener idea de qué se trata esto. Acompáñanos este año, donde tendrás la oportunidad de ser transformado, mediante la renovación de tu mente. Es una invitación para juntos ser verdaderamente humanos.

Andrea Utreras
Andrea es Psicóloga Clínica. Trabaja como Asesora Pastoral de la CECE, donde es líder del Equipo de Capacitación y Contenidos. Sirvió hasta 2024, como Coordinadora General del grupo de jóvenes universitarios C3 de la Iglesia Evangélica de Iñaquito. Disfruta de leer, traducir y pintar en acuarelas.