Fue una alegría ver a 120 personas participar en el CN2019. El evento giró alrededor de la meditación en ciertos pasajes del libro de Apocalipsis. David Bahena, Secretario Regional de IFES AL, nos guió en las exposiciones bíblicas, que a muchos nos dejaron aprendizajes y agenda de trabajo. Y sobre esto quiero compartirles en esta publicación del blog de la CECE los aprendizajes y agenda de trabajo desde las exposiciones bíblicas para mi vida.
La primera cosa que me llamó la atención es lo que David afirmó sobre la experiencia de destierro y cárcel para Juan de Patmos (Apocalipsis 1). Esta confinación significó para el pastor Juan un espacio de comunión, ministerio y vocación. Uno podría imaginarse a la cárcel de muchas maneras, especialmente negativas cuando las causas para tal aislamiento son injustas e inspiradas en una actitud hostil hacia la fe en Jesucristo. La exposición bíblica me recordó que incluso la cárcel, o lo que consideramos un lugar de confinamiento o aislamiento, puede ser, en la economía de Dios, un espacio para la comunión con Dios, el ministerio y una vocación. En la isla de Patmos el Señor decide visitar a Juan y ofrecerle una rica comunión. En la isla de Patmos el Señor reafirma el ministerio de Juan de acompañar pastoralmente a sus 7 congregaciones. En la isla de Patmos el Señor le da la vocación de escritor a Juan; “Escribe lo que has visto”, es el imperativo. De esta comunión, ministerio y vocación, todavía nos alimentamos 2000 años después. Algo que Juan seguramente no imaginó. Aprendizaje y agenda de trabajo: no despreciar las “cárceles” pues pueden ser espacio de comunión, ministerio y vocación en medio del caos.
Lo segundo que quiero compartirles es sobre “el camino cruciforme del Cordero” (Apocalipsis 5:1-10). En el contexto de mirar la muerte y resurrección de Jesucristo, David nos animaba a ver que en el cordero que estaba de pie, que parecía haber sido sacrificado, y en quien habita la plenitud del Espíritu (7 espíritus), se encuentra el sentido a la historia (el cordero recibe el rollo y es digno de romper sus sellos) tanto personal como global. Lo que parecía una pérdida (sacrificio) realmente era una victoria. David señaló que muchas veces lo que aparenta ser una ‘maldición’ realmente es una bendición. Es justamente por el cordero que el lamento se transforma en adoración. Aprendizaje y agenda de trabajo: no despreciar lo que aparenta ser pérdida, limitación o ‘maldición’ pues en la lógica del evangelio puede ser realmente una ganancia, expansión o bendición.
El tercer elemento de aprendizaje y agenda de trabajo está relacionado con las acciones de comer y profetizar el rollo (Apocalipsis 10). El rollo está para ser comido y digerido, de tal manera que se transforme en nutrientes que alimentan y sostienen nuestra vida de fe: músculos, huesos y nervios para el seguimiento de Jesús. El rollo está para profetizar en contra de la idolatría, para hablar la verdad al poder. Con mucho acierto, David dijo que en algunos círculos teológicos en América Latina–y en otras latitudes también, por cierto–está de moda ‘corregir’ al rollo, corregir a los apóstoles, a los testigos, a veces al mismo Jesús. El rollo está para ser comido, no corregido. El rollo tiene contenido profético universal: anunciar el bien, denunciar el mal, e invitar a los caminos del Señor a los pueblos, naciones, lenguas y reyes. Aprendizaje y agenda de trabajo: comer y profetizar del rollo; no sólo estudiarlo, sino digerirlo para que se vuelva acción profética en la historia.
En la última exposición bíblica (Apocalipsis 21:1-8), David enfatizó la nueva Jerusalén, la ciudad que baja del cielo, como signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Una presencia que pastorea, consuela y sana. A partir de esto, David nos invitó a reflexionar sobre la vida plena en Dios. Hay que vivir lento para vivir bien, nos dijo. Él nos compartió de dos conversiones en su vida: la conversión a ser padre y la conversión a su familia. Esta última le costó a él, en el contexto de un sabático con la familia, renunciar a sus sueños de grandeza o de grandes logros, para poder estar verdaderamente presente ante Dios y ante su familia, especialmente su esposa Claudia. Aprendizaje y agenda de trabajo: crecer en el aprecio de la presencia de Dios, la presencia de otros; crecer en estar ‘presente’ para Dios y otros; para lo cual es necesario desacelerar e ir más lento.
Esos son mis aprendizajes y agendas de trabajo que el CN2019 me dejó. Les animo a que articulen los suyos y les den el seguimiento debido.