El próximo 9 de febrero, más de trece millones de ciudadanos estamos convocados a las urnas para elegir presidente y vicepresidente de nuestro país, más los legisladores que conformarán la Asamblea Nacional. Con los resultados que se obtengan, Ecuador renovará autoridades de las Funciones Ejecutiva y Legislativa para un nuevo período democrático.

Desafíos actuales que enfrenta Ecuador

Existen varios temas que preocupan a la gran mayoría de ecuatorianos. Entre otros, la inseguridad y violencia institucionalizada en todo el Estado. La masiva salida de compatriotas en búsqueda de nuevas oportunidades en otros países, aunque desde Estados Unidos son deportados por su situación migratoria irregular. El aumento del desempleo, la informalidad y la pobreza no dan esperanza. La corrupción e impunidad. Los candidatos a las distintas dignidades deben plantear respuestas realistas de cómo van a resolver estos problemas de los votantes y sus familias.

Importancia de las próximas elecciones

Las próximas elecciones trascienden porque elegimos a las personas que ejercerán autoridad desde la Función Ejecutiva y Legislativa durante cuatro años en medio de una situación complicada que vive el país. Para la Asamblea Nacional (Parlamento) elegiremos 151 diputados, catorce más de los que tenemos actualmente. Quince asambleístas nacionales y los demás proceden de las provincias, distritos y las jurisdicciones internacionales. Sus principales funciones son legislar (hacer leyes) y fiscalizar el buen manejo de los recursos del Estado. Romanos 13 dice que toda autoridad es puesta por Dios para servicio de todos y, nosotros, debemos respetarla, en tanto las decisiones de los gobernantes no se vayan en contra de los mandatos divinos, debería entenderse así.

La influencia de las redes sociales

Varios expertos dicen que estas elecciones se definen en las redes sociales virtuales, porque hay mucho electorado joven que se informa únicamente por estas vías, como TikTok. Todo lo que se difunde por estos medios sigue impactando en la opinión de los votantes, aunque no todo lo que se comunica es real, porque circula un alto porcentaje de desinformación. Sin embargo, los candidatos continúan promoviéndose por las maneras tradicionales.

Un llamado a la responsabilidad ciudadana

Como ciudadanos responsables no debemos recibir como verdad todos esos mensajes que nos llegan. Tampoco compartir sin antes haber filtrado y verificado ese contenido. Debemos discernir, apelar a fuentes de mayor confiabilidad para cada uno de nosotros y así saber que mensajes son verdaderos. Distinguir las cuentas de “troles” que difunden “mensajes provocativos, ofensivos o fuera de lugar con el fin de molestar, llamar la atención…”, según el diccionario de la RAE. Esos contenidos proliferan en las redes y hacen mucho daño, por eso conviene estar alertas y desecharlos.

Elige con conocimiento

En este contexto, ¿por quién debemos dar nuestro voto? Tenemos que conocer los antecedentes que tiene el presidenciable, su partido o movimiento político, en la vida democrática del país. Indagar algún pasado dudoso o inconsistencia política e ideológica. Ver su trayectoria de vida.

Como universitarios y profesionales creyentes en Cristo y, a la vez, ciudadanos ecuatorianos tenemos deberes y derechos. El voto “obligatorio” para la mayoría es una primera instancia de participación democrática, pero no la única. Deberíamos exigir por diferentes mecanismos a nuestros representantes que cumplan lo que ofrecen en sus planes de gobierno. Incluso, si algún creyente tiene el llamado a servir a Dios y al país desde el poder político puede y debe hacerlo, pero priorizando los principios bíblicos, como el servicio al prójimo y no a grupos de poder que financian sus candidaturas. En Romanos 12:2 somos llamados a renovarnos íntegra y constantemente en línea con la voluntad de Dios. Ser solo espectadores y dedicarnos a la queja por todo, no ayuda, porque algo podemos hacer desde el espacio donde nos encontremos como la familia, comunidad, iglesia, barrio. Este accionar personal o colectivo mínimo no es potestad solamente de los partidos o movimientos políticos, sino de toda la sociedad civil, abrazando varias causas que nos afectan. El Evangelio de Cristo se debe reflejar, principalmente, en comunidad.

Conoce más a los autores

Edwin Chamorro

Edwin Chamorro

Es periodista de Radio HCJB de Quito, Ecuador, por más de 30 años. Es licenciado en Comunicación Social y magíster en Gobernabilidad y Desarrollo por la Universidad Central del Ecuador. Presidente de la Junta Directiva de la CECE.