Daniel: Una Navidad en el exilio

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La época navideña en la actualidad es un acontecimiento global, quizás no se vive de la misma manera en todas las culturas, pero definitivamente se ha convertido en una celebración de mucha popularidad cautivando a grandes y pequeños con sus hermosas luces. Aunque si  nos detenemos a pensar nos podemos dar cuenta de que todas esas luces han eclipsado al Rey nacido en una Navidad.   

Este año la CECE ha caminado de la mano del libro de Daniel, un libro en extremo fascinante lleno de desafíos en medio de una situación hostil por la que atravesaba el pueblo de Dios. En esta Navidad luego de haber convivido con este libro me surgen un par de preguntas ¿Será que Daniel vivió la Navidad? ¿Cómo la vivió? Posiblemente suena un poco incongruente lo que digo, pero permítanme desarrollar lo que tengo en mi mente.  

El libro de Daniel con frecuencia y mucha fuerza apunta al Hijo de Hombre. Este Hijo de Hombre aparece ya en los primeros capítulos para salvar a los tres amigos del horno de fuego. En el capítulo 7 el Hijo de Hombre aparece como el único que puede desafiar y vencer con toda autoridad a los imperios que han desfigurado al ser humano. El libro tiene permanentemente un aroma a Navidad, la presencia del Mesías cercano a su pueblo, a sus fieles y destruyendo los imperios opresores.  

El mensaje del libro de Daniel al igual que la Navidad llegan a nuestras vidas en un tiempo en que necesitamos la presencia del Emanuel. Te invito a pensar en tres elementos que el libro de Daniel nos deja y que hace eco también con la venida del Mesías. El primero que observamos es que, en el exilio, despojados de su ciudad y templo el pueblo de Dios recibe un mensaje de esperanza. Uno que infunde aliento en medio de las dificultades que están atravesando oprimidos y esclavizados. Dios visita a su pueblo, está cercano a sus necesidades más profundas y está presto a socorrer a sus hijos que atraviesan la opresión, el capricho y la tiranía del imperio.  

El segundo elemento que encontramos es que el Hijo de Hombre es el que tiene el poder para derribar a los imperios. Los más tiranos jefes que profanan el templo y se ensañan contra el pueblo como lo narra el capítulo 11 son derribados por su maldad. Los grandes jefes desfilan uno a uno derrocados y vencidos ya que el Señor les ha dado un ultimátum a su efímero y transitorio poder. Por el contrario, el Señor es eterno y tiene toda la potestad en sus manos.  

Finalmente, somos invitados a ser fieles al Señor. Nuestra vida, carácter y testimonio tienen una significación profunda en la vida social, política y espiritual en el entorno en el que nos movemos. El exilio, la separación o los atropellos que se cometen contra el pueblo de Dios no determinan quienes somos. Nuestras prácticas reflejan que nuestra identidad proviene de Dios y no lo que el imperio impone. Somos pues motivados a ser fieles al Nacido Rey, al Príncipe de Paz.  

En este tiempo en nuestra sociedad experimentamos niveles de exilio o separación, muchas veces causado por autoridades corruptas, lucha de poderes o una opresión económica. También a nivel personal los conflictos en las relaciones humanas pueden generar exilios dolorosos. En este contexto debemos recordar que el Señor el Hijo de hombre trae en nuestros exilios esperanza, Él es Emanuel, Dios con nosotros el cual tiene todo poder aun sobre la tiranía de los gobernantes de este siglo. Somos desafiados a construir vidas que reflejen a este rey Mesías que nos da identidad y nos ha hecho libres del pecado y la opresión.  

Como CECE queremos invitarte a que en este tiempo de Navidad seamos reconfortados por la esperanza que nos trae el Mesías en medio de nuestras dificultades. Que podamos mirar con asombro y gratitud que el Señor tiene el poder en sus manos por encima de los sistemas corruptos y los emperadores. Y que podamos ser desafiados a vivir fieles al Señor reflejando la identidad de este humilde y servicial Nacido Rey.  

Una feliz, esperanzadora y desafiante Navidad.  

Daniel Macías

Daniel Macías

Desde los primeros años en mi vida universitaria, participé activamente en la CECE y actualmente sirvo en la Junta Directiva. Me gradué en la Escuela Politécnica Nacional como Ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones. Recientemente, terminé una maestría en Estudios Teológicos en Ministerios Latinos del Seminario Teológico de Palmer. Soy casado, tengo dos hijos, disfruto de tomar fotografías y jugar fútbol.

Por |2024-12-24T15:03:08-05:00diciembre 24, 2024|Categorías: Blog|Etiquetas: , , , , , , |Sin comentarios

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