Presentamos la última entrega de nuestra serie de lecturas para la vida. Te animamos a leer las entregas anteriores, sobre C.S. Lewis, Samuel Escobar y René Padilla. Hoy conocemos más a John Stott, y como le llamamos en el movimiento estudiantil, querido Tío John.
El primer libro de John Stott que leí fue “Las controversias de Jesús”. El título me llamó la atención y solicité en préstamo el libro en la biblioteca del grupo estudiantil. Estaba en mi primer año de Universidad e iniciaba en aquella época mi peregrinaje en la CECE. En el libro mencionado, el autor hace un recorrido por las polémicas entre Jesús y los líderes religiosos judíos de su época. Vendrían luego más libros de Stott. Me parece que el siguiente fue “El sermón del monte”. Todos recomendados por los líderes de la CECE y que estaban disponibles en la biblioteca del movimiento estudiantil gracias a los esfuerzos de Editorial Certeza.
El atractivo que los escritos de Stott ejercían en mí, tenían que ver con su estilo argumentado, analítico, afectivo y contextual. Sentía que Stott tenía una alta consideración por mí como lector: alguien con inquietudes intelectuales, emotivas y por la realidad. Stott como pastor anglicano y un consumado expositor bíblico en Londres cultivó diligentemente el “oído atento” y la “doble escucha”: a las Escrituras y al mundo. Reflejo de eso, a manera de ejemplo, son sus libros “El cristiano contemporáneo” y “La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos”. Ambos son lecturas teológicas-pastorales de inquietudes globales de la humanidad. Claro, Stott escribe como un inteligente y compasivo pastor y evangelista, no como un experto en las áreas que aborda en esos escritos.
Es importante leer a Stott, creo yo, por al menos las siguientes razones. La primera es que es un buen modelo para aprender de manera seria, aunque no especializada, el cultivo del “oído atento” y la “doble escucha”. La segunda es que Stott fue alguien íntimamente cercano a los movimientos nacionales y la familia global que los agrupa, IFES. La tercera es que es un bueno modelo para mantener, cultivar y avivar una saludable urgencia evangelística y misionera entre aquellos que servimos a académicos: estudiantes y docentes universitarios. Por supuesto, hay debilidades en lo que Stott describe, pero las virtudes son más.
John Stott fue un pastor de la Iglesia de Inglaterra, de arraigadas convicciones evangélicas, que decidió permanecer soltero para poder servir mejor a la causa del Evangelio, y adicionalmente optó por un estilo de vida sencillo, por ejemplo, las regalías de sus libros eran invertidas en las organizaciones que empezó. Por la influencia de su pensamiento y acción, de manera humorística, algunos afirmaron en su momento que, si los evangélicos tendrían que elegir un Papa, ése sería Stott. Fue autor y co-autor de muchos libros. Su influencia pionera se hizo sentir en el Movimiento de Lausana (una suerte de renovación del evangelicalismo que incluyó más conscientemente la transformación social en sus declaraciones, en el que los teólogos latinoamericanos Padilla y Escobar tuvieron mucha influencia), la formación de Arocha (organización cristiana pro-conservación del ambiente), Langham (organización que promueve la formación de predicadores, la producción de literatura y la formación de teólogos académicos), entre otras. Falleció a los 91 años en el año 2011.
Los tres libros top que recomendaría son los siguientes. Por cierto, difícil decidir. El primero sería “Cristianismo básico”. Este libro recoge una serie de conferencias evangelísticas desarrolladas por Stott en universidades de Norteamérica. Tuve el privilegio de leer este libro con muchos estudiantes en mi ministerio como Asesor y Director Nacional, además tuve la inmensa alegría de guiar a un estudiante a renovar su compromiso con Jesús y su Evangelio como fruto de la lectura dialogada de este libro. El segundo libro recomendado es “La cruz de Cristo”. Esta monumental obra dialoga atenta y rigurosamente con los varios entendimientos a lo largo de la historia sobre la salvación ofrecida y efectuado por Dios en Cristo en la crucifixión. El tercer libro es “Cristo, el incomparable”, en el que de manera magistral y sencilla a la vez conduce al lector en las conversaciones peliagudas alrededor de la persona de Jesucristo a través de los Evangelios, las Cartas y de la discusión teológica contemporánea sobre el tema.
No lo puedo evitar, voy a hacer trampa y les dejo dos recomendaciones más: “La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos” y “El discípulo radical”. Ambos dan cuenta de un Stott en un diálogo inteligente, pastoral, evangelístico y compasivo con la realidad que nos rodea en la Iglesia y en el mundo.
¡Buen provecho!
Nota: Foto tomada de Facebook John R. W. Stott – página abierta.
Josué Olmedo
Josué O. Olmedo Sevilla actualmente sirve en el equipo de Conectar con la Universidad de IFES América Latina y es parte de la Iniciativa Cosmos y Logos de IFES. Josué sirvió como Director Nacional de la CECE del 2012 hasta el 2019. Odontólogo de profesión. Casado con Ruth Hicks y padre de dos niñas.