Esta reflexión fue presentada originalmente en la celebración de Navidad de la CECE Quito. Fue compartida en cuatro partes junto a los cantos y encendido de velas de adviento. El diseño de esta liturgia la realizó la asesora Ruth Tobar con el grupo de liturgia. La presentamos con estos elementos mencionados para que se mire la relación de los cantos, la reflexión y los motivos para encender las velas.

PRIMERA SECCIÓN

Canción: Venid fieles todos (autores varios)

Vida, resistencia y esperanza. Tres palabras claves para entender el libro de Apocalipsis. Apocalipsis es una serie de visiones para el pueblo de Dios. Un tipo de experiencia en realidad virtual para estimular la imaginación cristiana en los seguidores de Jesucristo. Imaginación cristiana revigorizada para un seguimiento comprometido de Jesucristo. Imaginación fortalecida para un discipulado consecuente con el Maestro. Hay una serie de cuatro visiones que Juan de Patmos experimenta en este “juego” de realidad virtual: una visión de Jesucristo, una visión de la iglesia, una visión de la historia y los conflictos de poderes en esta, y una visión del futuro. Cuatro visiones para fortalecer la imaginación cristiana de los discípulos/as de tal manera que sigan creyendo que el proyecto del Señor es el que triunfará al final de la historia.

En el libro de Apocalipsis se describen varias marcas que identifican al discípulo. En los capítulos 7, 12 y 14 de Apocalipsis encuentro al menos 15 marcas del discípulo/a. Quiero resaltar dos de ellas, pues es la que me ayuda a hacer una conexión entre el libro de Apocalipsis con el libro del año 2020 que ustedes estarán explorando. Apocalipsis 12:17b describe a los seguidores de Jesús como aquellos que “obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesucristo”.

La obediencia a los mandamientos y el mantenerse fieles al testimonio de Jesucristo es una obediencia y fidelidad al estilo del Testigo Fiel—Jesucristo—y al estilo de los testigos fieles descrito en el libro de Apocalipsis. Es un llamado a la obediencia y a la fidelidad para los creyentes del primer siglo que las deben vivir bajo la amenaza del imperio, bajo la hostilidad en contra de la fe cristiana.  No es obediencia y fidelidad en condiciones ideales y con el viento a favor. Es obediencia y fidelidad bajo la amenaza de ser devorados por el dragón, según nos cuenta el capítulo 12. Es obediencia y fidelidad bajo la posibilidad de sufrir martirio por causa de la palabra y la fidelidad al testimonio, según nos describe el capítulo 6.

Sí, es obediencia y fidelidad bajo amenaza. Pero es obediencia en resistencia y esperanza.

Encendido de la vela: problemas de la universidad

SEGUNDA SECCIÓN

Canción: No tengas miedo (Joel Sierra)

Esa hostilidad, amenaza y la posibilidad y realidad del martirio merman o debilitan la capacidad de obediencia. El emperador romano parece en la realidad más señor que el Señor. El dragón, la bestia que surge de la tierra, la bestia que surge del mar, y la ciudad de Babilonia parecen en realidad los que dirigen la historia. Esto desanima la obediencia. “¿Hasta cuándo Señor vas a esperar para hacerte cargo de la historia y reivindicar lo justo?”, es el clamor de los discípulos(as) que han sufrido martirio por su fidelidad a la Palabra. Por eso Jesucristo mismo presenta una serie de visiones a su pueblo para avivar y despertar la imaginación cristiana de sus seguidores, de tal manera que no desfallezcan, sino que tengan una visión verdadera de la historia y permanezcan como testigos fieles.

Seguro que nos ha pasado a la mayoría de los que estamos aquí presentes. El estallido social de principios de octubre nos dejó desilusionados. Sin un marco referencial suficiente para entender todos los elementos de lo que pasó, en medio de varias narrativas que intentaban capturar nuestras mentes para que las reconozcamos como “la” explicación de lo sucedido. Las fisuras de lo que es el Ecuador se hicieron dramáticamente obvias en esos días. Descuido y marginación intencional por siglos de grupos humanos en el territorio ecuatoriano. Discriminación y racismo. Represión estatal. Y más elementos. A mí me quedó esa sensación de que como ciudadanos no tenemos realmente voz y peor voto en el destino de nuestras ciudades y el país. Otros son los dueños y amos del país. ¿Es realmente señor el Señor? O como señalé antes, de acuerdo a los discípulos(as) en el capítulo 6 de Apocalipsis, “¿Hasta cuándo Señor vas a esperar para hacerte cargo de la historia y reivindicar lo justo?”. Traigan a esto las situaciones personales límite por las que algunos(as) de ustedes pasan. “¿Hasta cuándo Señor vas a esperar para hacerte cargo de la historia y reivindicar lo justo?”

Es para situaciones así límite que las visiones del Apocalipsis fueron comunicadas de Dios a Jesucristo, al ángel, a Juan de Patmos, a los pastores, a las 7 iglesias, a todos nosotros(as). Para revigorizar nuestra imaginación y así fortalecer nuestra obediencia y fidelidad al Señor Jesucristo y su proyecto del reino.

Encendido de la vela: compromiso por proclamar el evangelio en la universidad

TERCERA SECCIÓN

Canción: Tenemos esperanza (Federico Pagura)

Nuestra obediencia es en resistencia y en esperanza. Resistencia es la oposición y la no adopción de valores y prácticas anti-evangelio. Esperanza es la certeza de que lo prometido por Dios se llevará a cabo. Como afirmó el poeta y teólogo Rubem Alves, esperanza es la alegría “a pesar de”. El optimismo es lo opuesto a la esperanza; optimismo es la alegría “a causa de”. Optimismo es la alegría a causa de que vemos fuera de nosotros signos de mejora. Esperanza es la alegría a pesar de que vemos fuera de nosotros signos de empeoramiento. El optimismo es alegría que se nutre desde afuera. La esperanza es alegría que se alimenta de la promesa de Dios. Por eso nuestra obediencia es en resistencia y en esperanza.

Los discípulos y discípulas son aquellos que obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesucristo. Los mandamientos siguen teniendo vigencia. De hecho, nunca perdieron tal vigencia. Lo vemos acá en Apocalipsis, en las cartas del Nuevo Testamento, en los Salmos, y fundamentalmente en lo que Jesucristo afirma acerca de la ley: “No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anular los sino a darles cumplimiento…Todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos por pequeño que sea y enseñe a otros a hacer lo mismo será considerado el más pequeño en el Reino de los cielos; pero el que los practique y enseñe será considerado grande en el reino de los cielos” (Mateo 5:17, 19).

Nuestra obediencia es basada en la esperanza, en la promesa de Dios, porque sabemos que cada vez que obedecemos se va gestando, se va mostrando, el nuevo mundo de Dios alrededor nuestro. Cada vez que obedecemos ilustramos con humildad cómo luce la vida con Dios. “Cuida y cultiva la tierra” (Génesis), “Ama a Dios con todo lo que eres y con todo lo que tienes” (Deuteronomio), “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico), “Cuiden a la viuda, el huérfano y al migrante” (la ley y los profetas), “Vayan y hagan discípulos en todas las naciones…” (los evangelios), “Trata a las mujeres más jóvenes con toda pureza” (Pablo a Timoteo), “Ama a tu esposa sacrificialmente como Cristo amó a su iglesia dando la vida por ella” (Pablo a los efesios). Cada vez que obedecemos estas orientaciones, movidos por amor a Dios y la esperanza, ilustramos de maneras concretas el nuevo mundo de Dios alrededor nuestro.

El siguiente año ustedes van a explorar el libro de Deuteronomio. Van a invertir tiempo y energía en entender el corazón de la ley. Ruth Hicks ya escrito un blog al respecto y escribirá más sobre el libro, así que atentos a lo que el resto del equipo de asesores y ella van a ofrecerles. Pero puedo adelantarme un poquito y decirles que Dios la ley hay que entenderla a la luz de la iniciativa de Dios en salvarnos, entonces nosotros respondemos en obediencia amando “al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda alma y con todas tus fuerzas”.  

Encendido de vela: Queremos dejar un legado a las futuras generaciones de universitarios, oramos por los nuevos(as) coordinadores(as) y su misión en la universidad.

CUARTA SECCIÓN

Canción: Santa la Noche (letra: Placide Cappeau, música: Adolphe Adam)

Dios ha tomado la iniciativa en salvarnos, entonces nosotros respondemos en obediencia amando “al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda alma y con todas tus fuerzas”.  

Obediencia a los mandamientos es un fruto de la salvación. No un medio para obtenerla. Por eso uno obedece por afecto, por agradecimiento a Dios por una nueva realidad en la vida de uno: salvación. En una de las versiones traducidas al españor de esta canción que acabamos de cantar dice “Amigo es él de todo pecador, al salvador venid con alma alegre” ¡Esa es la actitud! Dios es mi salvador, vengo a él con alegría que se expresa entre otras cosas en obediencia. Uno no obedece los mandamientos para salvarse. Uno obedece para afirmar, proteger y promover la vida que Dios nos ha dado como individuos y como comunidad. Así lo pone el libro de Deuteronomio: obedecer es escoger la vida. Y eso se reitera al final del libro de Deuteronomio: aquí está la ley, escojan entre la vida o la muerte. Usualmente asociamos los mandamientos con exigencia, demanda, carga, incluso opresión. Eso corresponde más al legalismo. El peregrinaje por el libro de Deuteronomio el próximo año debe enseñarnos a asociar a la ley y los mandamientos con amor, afecto, agradecimiento, afirmación y promoción de la vida. El peregrinaje por el libro de Deuteronomio debe volvernos más como Jesús. El conocía Deuteronomio. Por ejemplo, cita Deuteronomio en su confrontación con el diablo.

– Dile a la piedra que se convierta en pan.
– “No solo de pan vive el hombre” (Deut. 8.3)

-Adórame y te daré estos reinos.
– “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él” (Deut. 6.3)

-Tírate de aquí, Dios te va a proteger
– “No pongas a prueba al Señor tu Dios” (Deut. 6.13)

Cita Deuteronomio y agota todo recurso de tentación del diablo, nos dice Lucas (4:13).

En el corazón de Deuteronomio está el corazón del creyente. Termino esta reflexión citando largamente a un experto en Deuteronomio, el Dr. Edesio Sánchez, biblista mexicano:

“El corazón, de acuerdo con la antropología bíblica, es el asiento de todas las funciones intelectuales y volitivas del ser humano; es, en fin, el centro rector del ser humano como un eje integral. Por ello es imprescindible que el corazón esté bajo el dominio directo y total de Yahvé…Dependiendo de quién controla el corazón se reconoce la situación del pueblo y se prevé su futuro…Solo si Yahvé es el Señor absoluto del corazón, se puede asegurar que el pueblo mantendrá como estilo de vida el paradigma del éxodo. Nadie más que Yahvé debe inundar el corazón de cada miembro del pueblo de Dios…Un corazón dividido o entregado a otro “señor”, de acuerdo con el testimonio bíblico, está inclinado a la maldad y a la violencia” (Edesio Sánchez en “Deuteronomio”, Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, Editor General Alfonso Ropero Berzosa, Editorial CLIE).

Estas fechas celebramos el advenimiento y la natividad de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Protagonista de Apocalipsis, y quien llevaba Deuteronomio en su corazón al punto de citarlo en el día de la tentación. Los animo a que entreguemos nuestro corazón a él. Es decir, a que él inunde, a que él sea Señor absoluto del asiento de nuestras funciones intelectuales, volitivas y afectivas.

Canción: Ven a mi corazón

Encendido de la vela: ¡Ven a mi corazón, oh Cristo! Ayúdanos a escoger la vida que nos das y a obedecerte en medio de la adversidad.