VIDA, RESISTENCIA y ESPERANZA: son las tres palabras que van a guiar nuestro caminar de misión en la CECE durante 2019. En 2018 conocimos el Dios Creador de Génesis, exploramos nuestra identidad como seres humanos, co-creación de Dios y co-cuidadores de su creación. También nos recordaron múltiples veces que cuando todo parece oscuridad y caos, es el Espíritu de Dios y Su Palabra que trae vida y esperanza.
El texto de Apocalipsis nos invita a vivir con esperanza porque nos ofrece un destello de la nueva creación, una realidad sin dolor, tristeza, violencia o abuso de la creación. Los colores y figuras que describe Juan nos ofrecen una visión del futuro que transforma e impacta como podemos y debemos vivir aquí y ahora.
Apocalipsis nos invita a ver quién es Jesús, lo cual nos ayuda entender con más claridad nuestra propia identidad y misión. Nos permite conocer a Jesús, el testigo fiel, y seguir sus pasos siendo un testigo fiel en el espacio donde Dios nos ha llamado.
Una lectura cuidadosa del texto nos llena de esperanza, de confianza y de adoración al Cordero, quien está en el trono.
Fui sumergida en la esperanza en varias formas y espacios durante el congreso misionero de Urbana. La experiencia de aprender y adorar con 11.000 personas deseosas de explorar su lugar en la misión de Dios en el mundo fue para mi, en si mismo, un retrato de esperanza.
Fui desafiada por los testimonios de universitarios de InterVarsity (CECE en EEUU) tomando pasos para cruzar las barreras étnicas y sociales en sus universidades y promover iniciativas de reconciliación en sus campus. Esto mostró como transforma el evangelio de esperanza las injusticias históricas de una sociedad.
Fui impactada por la voz profética de Dominique Dubois Gilliar, un afroamericano muy capacitado e involucrado en luchar por los encarcelados y quienes viven con la injusticia de discriminación racial en EEUU – esperanza en medio de la oscuridad.
Escuché el testimonio de una mujer en Kampala, Uganda, quien decidió vivir la esperanza del evangelio empezando una cafetería y una microempresa de producción de café, la cual ha transformado las vidas de toda una comunidad rural donde se produce el café.
Durante la última mañana de Urbana, Sara Breuel nos desafió:
“Dios nos invitó a decir SÍ a Él en las decisiones diarias de nuestra vida.”
De decir sí a la nueva Jerusalén y no a Babilonia. De decir sí a participar en la misión de Dios, siendo un testigo fiel. De decir sí a vivir con esperanza en medio de las circunstancias de caos y dolor ahora, sabiendo que la realidad actual no tiene la última palabra.
A la luz de esto, les invito a entrar y explorar juntos los colores e imágenes de Apocalipsis que quieren re-avivar nuestra imaginación y llenarla con la esperanza del evangelio de Jesucristo.