Ante la gran incógnita que se me presentó meses antes de terminar mi carrera profesional e incluso unos meses después de haberme graduado, llega a mis manos un libro titulado “Doing God’s Business” de Paul Stevens. Me gradué hace unos meses como Ingeniera en Negocios Internacionales. Este libro llamó mi atención cuando lo vi en la biblioteca de la familia Olmedo-Hicks pues precisamente las primeras interrogantes que se desarrollaban en la primera página eran las que por mi mente habían pasado durante meses: ¿Dios y los negocios? ¿Son los negocios un llamado?

Así es como mi aventura por este libro comenzó y ahora puedo compartirles acerca de lo que el autor nos indica sobre la Teología del Trabajo. Doing God’s Business es un libro que hace énfasis en el “por qué” más que en el “cómo” del liderazgo y administración mediante dos partes centrales:

  1. Significado: Hacia una Teología del Trabajo
  2. Motivación: Hacia una Espiritualidad en la Plaza de Mercado

La primera de ellas la expondré a continuación, la cual a través de 5 temas puntuales engloba el significado de los negocios y el trabajo como parte de un llamado, ministerio, herramienta de construcción comunitaria, misión y globalización.

Para iniciar, el autor cita a Wayne Grudem con una pregunta que resulta ser un desafío en la actualidad:

¿Qué pasaría si los cristianos pudieran cambiar sus actitudes hacia los negocios, y qué pasaría si los cristianos pudieran comenzar a cambiar las actitudes del mundo hacia los negocios?

Lo desafiante es ver a Dios y a la humanidad en el negocio juntos. En otras palabras, el autor nos recuerda que cuando abrimos la Biblia encontramos a un Dios en el trabajo, separando la luz de la oscuridad, la tierra del mar, etc. Hasta el final en donde Dios se encuentra en su trabajo de renovar todo, “estoy haciendo todas las cosas nuevas” (Apocalipsis 21:5). En resumen, Dios está trabajando de maneras increíbles: moldeando, hablando, comunicando, mostrando resultados, restaurando, diseñando y trayendo todas las cosas a su fin. Ese es Dios en su trabajo, pero ¿qué pasa con la humanidad?

El ser humano al ser hecho a la imagen de Dios tiene el enorme privilegio de entrar en el trabajo continuo de Dios en todo tipo de ocupación buena y humana. Esto incluye todo, desde la agricultura hasta la ingeniería genética, desde el diseño de software hasta la fabricación de circuitos electrónicos, desde la fabricación de juguetes hasta el mercadeo. Pero para todo esto debe existir el sentido de un llamado, Paul menciona que sin un sentido de llamado nos convertimos en magos inventando el significado de nuestras vidas mediante el profesionalismo. Es importante distinguir la pregunta de si un cristiano podría trabajar en los negocios de la pregunta de si él o ella podría ser llamado a los negocios. Es aquí donde el autor abre una gran interrogante: ¿Por qué pastores y misioneros hablan de haber sido llamados pero muy pocos en el mundo empresarial o de comercio usan tal lenguaje?

Stevens además, expone un texto bíblico de gran controversia ante el tema de si Dios llama a las personas a una ocupación específica incluyendo, por supuesto, los negocios (1 Corintios 7:17-24). Sin embargo, más allá de ser un verso crítico en cuanto a interpretación, el autor piensa que si Pablo estuviera escribiendo a los hombres y mujeres de negocios de la actualidad él diría algo como:

Quédate en tu negocio pero ve a lo profundo. Tu estación de trabajo, tu posición te enseñará todo y será un medio de crecimiento en la fe. No pienses que tener un trabajo religioso es una ventaja espiritual… Tu vida y tu trabajo diario son importantes y, si no lo haces para ti, sino para el Señor, no serán en vano.

PAUL STEVENS, 2006

Por último, Paul Stevens concluye esta primera parte diciendo que no se encuentra una cita bíblica que nos hable acerca de los negocios como un llamado. No hay ninguna sola persona en el Nuevo Testamento que haya sido llamada a una ocupación comunitaria por un encuentro existencial con Dios – ni Pablo el fabricante de tiendas, ni Pedro el pescador. Tampoco hay algún caso de personas que hayan sido llamadas a ser profesionales religiosos de esta manera – ni Timoteo, ni Bernabé, ni Priscila. Sin embargo, las Escrituras muestran a personas que son llevadas a posiciones de servicio a la comunidad donde marcaron una diferencia sin necesidad de un llamado sobrenatural: José, Nehemías, Daniel, Ester, etc.

Pero, ¿cómo podemos funcionar con integridad dentro del ambiente laboral y tener disciplinas necesarias en un trabajo con un nivel alto de estrés? Las respuestas a estas interrogantes las veremos en la siguiente publicación.